Hecil-Hloke (La Serpiente Abandonada)
Prefacio
Hecil-Hloke no siempre fue el nombre de este ahora olvidado mundo...
Hace mucho tiempo, mucho antes de que se apagasen algunas de las estrellas que guiaban antaño a nuestros hermanos a través de las diferentes galaxias, florecía el mundo astronave de Blaud-Hloke, el Orgulloso Dragón...
Un mundo astronave de orgullosos Eldar, que hacía ya tiempo habían abandonado su mundo natal y se habían adentrado en la galaxia en busca de aventuras que fueran capaces de saciar su sed, un mundo de orgullosos Eldar que a ojos extraños, abusaban de su poder, de su fuerza y en especial de los placeres de la guerra en el más sádico sentido del término...
A diferencia de otros mundos, el número de psíquicos receptivos a las visiones del futuro de Blaud-Hloke era poco numeroso, e incluso entre ellos, el uso y canalización de la magia era poco frecuente, pero las pocas visiones que tenían del futuro eran tan certeras, que todos callaban y escuchaban en las raras ocasiones en que los videntes hablaban. Si uno de ellos había visto algo, era muy probable que así fuera, pero cuando dos o mas coincidían en la visión, aquello podía darse por seguro.
Un aciago día, los videntes casi al unísono tuvieron una visión terrible, una visión que no eran del todo capaces de interpretar, aunque fuese para ellos una realidad cierta que desgarraba sus almas separándolas para siempre de sus dioses, una visión de un punto muy lejano, tan lejano que pareciese imposible que pudiera afectarles, pero que a pesar de la enorme distancia cambiaría para siempre su historia...
Los habitante se dividieron cuando trataron de determinar que hacer. Unos, los mas, exigían trasladarse hacia aquel lugar obstinados en que el resto de Eldar necesitarían de su ayuda si la visión era cierta, otros, pese a la confianza que tenían en las visiones de los videntes, creyeron que lo que contaban era en absoluto increíble, y achacaban las visiones a alguna distorsión que ni siquiera eran capaces de argumentar con coherencia. Aquellos precursores de los actuales videntes, junto a una amplia minoría que no podían entender mas que como una realidad aquellas visiones, abogaban por tomar aún mas distancia, o al menos no acudir al lugar de la futura tragedia.
Finalmente, entre las mas altas jerarquías de los diferentes clanes, pese a las profundas divisiones, decidieron acudir al lejano lugar, ignorando los sueños de los videntes, pues su orgullo les impedía ver mas allá de lo que la necesidad de saciar sus deseos de ir a la guerra les pedía. Para ellos era incomprensible que los videntes no hubiesen visto con absoluta claridad su victoria, y el prominente lugar que ocuparían entre otros mundos Eldar. Serían admirados por todos los Eldar que habitaban en las estrellas.
Los generales, pese a aceptar lo que se había decidido, se encontraban divididos, como el resto de la población, y tan equilibrada estaba la balanza a uno u otro lado, que incluso una sola pluma de las alas de Falchou hubiera podido cambiar el destino de Blaud-Hloke
Al mismo tiempo que esto era decidido, los videntes, ayudados por algunos guerreros del Clan de los "Cazadores de la Oscuridad", posiblemente alertados por ese sexto sentido que protege a aquellos que cazan en las sombras, tramaron y ejecutaron un plan para que estando el mundo sumido en el frenesí de los preparativos, todo se desmoronase obligándoles a mantenerse al margen de aquel suceso...
Utilizando sus poderes hasta la extenuación cerraron los portales a la Telaraña para incomunicar el mundo, y con la ayuda material de los guerreros del Clan de la Oscuridad, y los servicios de asesinos mercenarios que fueron bien pagados por su servicio, sabotearon todos aquellos sistemas necesarios para la adecuada navegación y fueron asesinados todos los navegantes e ingenieros que podían haber solucionado los problemas... el mundo perdió su rumbo y quedo a la deriva.
Pasaron años antes de que fueran capaces de recuperar el personal capaz de solucionar el problema para retomar los controles del mismo, los asesinatos y luchas de poder entre clanes se sucedían conscientes de que alguno de ellos había provocado aquello, y sentían que a medida que pasaba el tiempo, el final del mundo era cada vez mas posible. Cuando casi lo habían conseguido, el mundo impactó con un planeta irremediablemente.
En el accidente muchas vidas se perdieron, y mas se hubieran perdido en la guerra fratricida que se avecinaba por la traición que habían sufrido... Y así hubiera sido si todos y cada uno de ellos no hubieran sufrido en su misma alma ese grito asolador que anunciaba la muerte del gran imperio Eldar, la casi extinción de su raza... el nacimiento de la Sedienta...
Para cuando pudieron reorganizarse, todos y cada uno de los supervivientes se pusieron manos a la obra para reconocer el planeta en el que el mundo había quedado varado, así como a tratar de reestablecer en la medida de lo posible los sistemas del mundo astronave, con la esperanza de poder surcar de nuevo las estrellas, olvidando, al menos por el momento, lo sucedido.
El mundo astronave había quedado varado en aquel planeta.
EL NUEVO MUNDO
El planeta en el que habían impactado a vista de pájaro era una inacabable bosqueselva salvaje por la cuál corrían infinidad de ríos que del mismo modo que aparecían manando de las montañas cubiertas de vegetación, desaparecían vertiéndose en bocas de acuíferos casi invisibles. Su flora y su fauna era salvaje y variopinta, y la vida en la bosqueselva era sin duda peligrosa para cualquiera que osase adentrarse en ella. Animales primitivos, de todos los tamaños y formas, con grandes dientes o potentes venenos, incluso algunos que manaban terribles alientos de sus fauces.
Para sorpresa de los recién llegados, el mundo astronave no había quedado en la superficie, sino que se había incrustado, y muy pronto entenderían el motivo.


Por otro lado, la radiación emitida por el sol negro central, resultó ser un acelerante para el crecimiento y regeneración del hueso espectral, lo que fue bien empleado por los Aédas Óseos, pero al mismo tiempo, fue el principal motivo por el cual la nave no pudo ser separada del planeta y reparada, ya que por esa misma radiación, el hueso espectral se fusionó con el planeta haciéndose uno con él.
Muy pronto, el nuevo asentamiento estuvo listo y los clanes se reunieron para decidir el futuro.
LA SEPARACION, EL EXODO Y EL TRISTE OLVIDO
Reunidos los Patriarcas de los nueve Clanes, aceptando la nueva situación en que habían quedado, y sabiendo que la convivencia entre algunos de ellos era insostenible debido a lo acontecido con su mundo, vieron que la separación era inevitable.
Dos de los nueve Clanes, junto con algunos miembros de otros clanes, decidieron abandonar el mundo y viajar hacia Commoragh buscando una forma de vida mas cercana a si mismos.
Uno de los clanes no quiso abandonar el mundo, pero a la vez no podían seguir viviendo con sus hermanos, así que decidieron salir a la superficie terrestre y allí se perdieron en la bosqueselva, donde vivieron alejados de todo desde entonces.
Cuatro de los clanes al ver aquella división, y estando absolutamente mermados por el accidente, decidieron que la mejor solución era diluir los Clanes y unirse para establecer la nueva sociedad que habitaría aquel mundo.
El Clan de la Devastación, demasiado orgulloso incluso entre los eldar, no pudo ceder ante la fusión, y aunque se incorporó a la Unión, siguió manteniendo su estructura de Clan y sus miembros continuaron siendo leales al Clan y a su patriarca por encima de todo.
El Clan de los Cazadores Oscuros, conscientes de que eran en gran parte responsables del logro (pues así lo entendieron ellos), de haber estrellado el mundo astronave en el planeta, decidieron mantenerse en la frontera entre el mundo interior y el exterior, y participar de la nueva unión solo en lo imprescindible para que el resto los considerase dentro de la misma. Tienen algunas pequeñas bases tocando la bosqueselva y son los que mas relación tienen con los eldar que se perdieron en el mundo exterior.
Salvo los nombres de los Clanes de la Devastación y de los Cazadores Oscuros, el resto de los nombres de los Clanes fueron olvidados de forma consciente y nunca mas fueron utilizados, refiriéndose a ellos desde entonces como los Clanes del Triste Olvido, en memoria de aquella triste separación.
Esta publicación pertenece a una saga de publicaciones referentes al mundo astronave Hecil-Hloke, mi Craftworld.